El consumo de insectos se practica en nuestro país desde la época prehispánica, los insectos y las flores comestibles han formado y forman parte de los patrones alimenticios tradicionales.
Los insectos y las flores eran complementos alimenticios de la dieta indígena. Algunos antecedentes quedaron plasmados en códices prehispánicos y en documentos históricos de la conquista y la colonización española. las crónicas dan cuenta de la degustación de gusanos, insectos y larvas.
En Mesoamérica, consumían el, excauhuitli (huevecillos de una mosca); los escamoles (huevecillos de hormigas), las hormigas llamadas chicatanas, las chinches acuáticas llamadas axayácatl y de estas sus huevecillos que dicen saben a caviar; los famosos ahuahutles.
Curiosamente, más allá de las tendencias eco alimenticias que hoy promueven el consumo de insectos, en México existen milenarios platillos a base de este peculiar insumo. Y hasta la fecha es en este país donde se consumen más especies de insectos alrededor del mundo.
Algunos de los platillos que se preparan con insectos son:
- Ahuautle (hueva de mosca Axayácatl): En tortitas guisadas, tamales o mixiotes.
- Escamoles (hueva de hormiga): Lo más común es comerlos ligeramente fritos en mantequilla con un toque de epazote o también se pueden mezclar con huevos.
- Gusanos blancos: Suelen guisarse con un poco de cebolla y comerse en tacos con una buena salsa.
- Chapulines: En tacos con aguacate o guacamole, limón y una buena salsa.